Los servicios de confianza regulada, la capa de seguridad jurídica de internet (en Europa)
Los servicios de confianza digital, regulados por eIDAS 2, constituyen la infraestructura legal esencial que responde a la evolución de Internet en todas sus dimensiones, permitiendo a los ciudadanos europeos desplegar su "condición digital" de manera segura y confiable en una sociedad cada vez más digitalizada.
Imaginemos un mundo en el que firmar un contrato, abrir una cuenta bancaria o incluso votar en unas elecciones se pudiera realizar de forma segura y confiable desde cualquier lugar del mundo. Ese es el potencial que, entre otros muchos usos, ofrecen los servicios de confianza digital, regulados hoy por marcos normativos como el Reglamento eIDAS 2, que permiten a los ciudadanos europeos interactuar en el entorno digital sin comprometer su seguridad.
Este ecosistema digital seguro está sostenido por una infraestructura legal robusta que habilita un marco de confianza. Dicho marco proporciona una protección sólida para cada interacción en el “Internet multidimensional” de hoy.
La confianza digital: el pilar de la evolución multidimensional de Internet
Internet ha evolucionado mucho desde sus orígenes como una simple red de información. Hoy en día se ha convertido en la plataforma que sostiene cada dimensión de nuestras vidas: desde las interacciones sociales, hasta la economía, la política y los servicios públicos. Esta complejidad subraya la necesidad de un marco legal sólido que garantice que nuestras actividades digitales estén protegidas y sean confiables.
Aquí es donde entra en juego la confianza digital. Sin una infraestructura que asegure las identidades y transacciones en línea, Internet podría convertirse en un entorno lleno de riesgos, donde la privacidad y la seguridad estarían constantemente en peligro. Para proteger estas dimensiones, la infraestructura legal es clave, y el Reglamento eIDAS 2 ha sido diseñado precisamente para ofrecer ese marco de seguridad.
La "condición digital": navegando en un entorno multifuncional
La Comisión Europea ha proyectado un futuro digital en el que los ciudadanos podrán desplegar lo que el académico Juan Luis Suárez denomina su "condición digital". Este concepto se refiere a la capacidad de los individuos para interactuar, crear valor y participar plenamente en las diversas dimensiones de Internet.
Internet se compone de una serie de capas interconectadas: la dimensión social, donde redes sociales configuran nuestras comunidades; la dimensión económica, que incluye el comercio electrónico y las finanzas digitales; la dimensión política, que abarca desde la participación ciudadana hasta la gobernanza digital; y la dimensión del valor, impulsada por criptomonedas y otras formas de activos digitales.
Sin embargo, para que los ciudadanos puedan participar en este ecosistema digital de manera segura y confiable, es necesario contar con un marco técnico y legal que respalde sus interacciones. Aquí es donde entra en juego el Reglamento eIDAS 2, diseñado para ofrecer una identidad digital europea única y segura.
eIDAS 2 y PKI: la infraestructura de seguridad que sostiene Internet
Con el crecimiento de Internet y sus dimensiones interconectadas, los riesgos también han aumentado, con ciberataques, fraudes y violaciones de datos. Para mitigar estos peligros, la Comisión Europea ha actualizado el Reglamento eIDAS, introduciendo eIDAS 2. Este nuevo marco no solo regula la identificación electrónica y la autenticación, sino que también incorpora servicios como la cartera de identidad digital europea (EUDI Wallet), que garantiza una identidad digital segura y confiable en toda Europa.
En el corazón de estos servicios se encuentra la infraestructura de clave pública (Public Key Infraestructure o PKI). Este sistema es el pilar técnico que asegura las transacciones en línea a través del uso de certificados digitales y criptografía avanzada. Gracias a la PKI, los ciudadanos pueden firmar contratos digitales, autenticar su identidad y realizar transacciones con la certeza de que sus datos están protegidos contra manipulaciones o accesos no autorizados.
Además, eIDAS 2 regula servicios como la custodia cualificada y los registros electrónicos, esenciales para mantener la integridad de la información en línea. Estos mecanismos garantizan que cada transacción sea verificable y segura, protegiendo las diversas dimensiones en las que operamos digitalmente. Sin esta infraestructura de confianza, el potencial de Internet para enriquecer nuestras vidas se vería gravemente comprometido.
Más allá de la Web 3: un futuro de seguridad y confianza digital
Es común pensar que la evolución de Internet sigue una trayectoria lineal y directa hacia la llamada "Web 3", caracterizada por un enfoque en la descentralización y el “empoderamiento” del usuario. Pero esta visión no refleja la complejidad real del panorama digital. La transformación de Internet no se limita solo a la introducción de nuevas tecnologías, sino que se centra en cómo gestionamos la confianza en cada una de sus dimensiones. La verdadera revolución digital está ocurriendo a medida que fortalecemos las bases legales y técnicas, como la PKI y el Reglamento eIDAS 2, que permiten un entorno digital seguro.
Para que los ciudadanos puedan desplegar plenamente su “condición digital” y aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece Internet, necesitamos contar con una infraestructura de confianza digital robusta y adaptable a cada transacción e interacción. Solo entonces Internet podrá seguir siendo un espacio que enriquezca nuestras vidas.
Reflexión final
El concepto de “condición digital” de Juan Luis Suárez nos ofrece una perspectiva profunda sobre el impacto que Internet tiene y seguirá teniendo en nuestras vidas. No se trata de un simple avance hacia la Web 3, sino de una transformación multidimensional que exige una infraestructura legal y técnica sólida para garantizar la confianza. Con eIDAS 2 y la PKI como pilares, se obtendrá una Internet que no solo evoluciona tecnológicamente, sino que también garantiza la seguridad, privacidad y confianza de todos sus usuarios.
